ENVENENAR ANIMALES

Publicado en el Diario Montañés el 22 de enero de 2012

Hay culturas que consagran a determinados animales como dioses, y otras en las que cuando ya son un poco creciditos se les echade casa o, sin son reptiles, se les tira por la baza. Es curioso el mal trato que se da a los animales en las mal llamadas sociedades desarrolladas, pero ponemos la excusa de que siempre serán peor los países donde los perros son el manjar culinario nacional por excelencia. En Cantabria tenemos ahora un caso detectivesco en las muertes por envenenamiento que se están dando en diversos puntos del municipio de Valdeolea (Cantabria). Desde hace meses, perros, gatos, milanos reales, zorros y lobos están cayendo como moscas, y una unidad especial de la Guardia Civil se ha puesto manos a la obra para esclarecer lo que está sucediendo y al autor de estos hechos tan deplorables. Eso de que el mejor remedio en el desconsuelo es tirar por el camino de en medio se da lo mismo en las ciudades que en los pueblos, donde las estupideces se cometen por igual. No creo que a Valdolea y a sus pueblos les guste salir en los periódicos por la muerte masiva de animales. El envenenador, además de un despreciable, nos está haciendo un flaco favor, porque esta sociedad contradictoria la pifia en muchos casos pero se esfuerza en otros. España es ahora un buen ejemplo donde la legislación pro animales y sus zonas protegidas ha experimentado un alto grado de desarrollo y concienciación en los últimos tiempos. Hasta que llega un bellaco como el que mata a estos animales y nos vuelve a meter en el brete a todos de esa ancestral cultura española de poco cuidadosos con los animales.

imagesRecuerdo ahora un caso de una televisión que sacó reiteradamente a un personajillo que daba a diario unas palizas brutales a su perro. Había una pila de denuncias de vecinos y asociaciones protectoras de animales, pero al final fue un informativo televisivo el que puso al animal frente al juez, y no era precisamente el perro. Lo de Valdeolea necesita de un escarmiento rápido, que sirva para detener al envenenador y también para evitar futuros casos, donde hay que contar antes con las autoridades administrativas y agentes de la ley que tomarse la justicia por cuenta propia. El habitante de la zona puede tener su propio entender al respecto, máxime si la cuestión como he leído puede estar relacionada con los ataques de los lobos al ganado. Aunque sigo diciendo que no es excusa y que no deja bien a nadie, porque es un caso que ha tomado gran dimensión mediática por el gran número de animales de diferentes especies envenenados injustificadamente, incluidos también los lobos. Al parecer, hace años que se repite la historia pero es este comienzo del 2012 cuando ha llegado a su mayor gravedad. Lo que vaya a seguir haciendo el envenenador no es un caso para Sherlock Holmes, sino para la Guardia Civil que tarde o temprano dará con el causante, tan acostumbrado  a practicar de habitual la eliminación de especies, algunas protegidas. No tengo un animal preferido, simplemente creo en sus derechos, en su protección, y en no matarlos indiscriminadamente, sea con veneno o de manera furtiva. No hay que pedir penas más altas para estos delitos porque ya las hay. La concienciación es lo preocupante, que se agrava con la crisis económica, como todo. Los humanos somos la especie más depredadora, la que peor se porta consigo misma y con la fauna y la flora. Dice tener conciencia de ello, pero lo seguimos jorobando todo a pasos agigantados, con lo cual nos creemos nuestras propias mentiras. Quizás de lo que pasa ahora en Valdeolea a dar un salto tan grande al mundo sea realmente exagerado. ¿Lo es? ¿No lo es?

Share This

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *