Gaza es el infierno. Para los creyentes, en este lugar se purgan todos los pecados cometidos en vida. Vivir de acorde a unos valores, como el respeto a la vida ajena, hace mucho tiempo que se abandono en Oriente Medio, específicamente entre Israel y Palestina. La pertenencia de la tierra que se pisa siempre ha traido por la calle de la amargura a los pobladores de este planeta. No dudamos para ello en extinguirlo, flora y fauna, en machacarlo (ahora Canarias) o en bombardearlo calle por calle, vivienda por vivienda, hasta matar a los propios niños dentro de sus escuelas. Ninguna explicación es convincente para tanta barbarie, por más que se empeñe Israel en hacer similitudes con otras guerras anteriores. Pero regreso a lo de pagar los pecados. Creo que la peor carcel del pecador son sus propios pensamientos y el recuerdo que no le abandonará jamás de lo que están haciendo. Digo más, me alegro de que sea asi porque no hay médico sanador de cabezas que sea capaz de extirpar de los adentrosa de un mal nacido esa última vez que apretó el gatillo de un arma, o el botón para que salga de su agujero un misil o un obus que arrasa con todo lo que pilla en su camino.
Tengo la sensación de que la conciencia, la mala conciencia en estos casos de Ucrania o Gaza, es la peor tortura posible. Tantos cientos de muertos, inocentes, les pesarán como una losa imposible de levantar y liberarte de ella. Y para sus alcahuetes, las que se ma llaman potencias tuteladoras del mundo, habría que pensar en sustituirlas porque su mediación siempre crea más dolor y es que además actúan en su propio interés. Los muertos, los heridos, los desheredados, aquellos que lo pierden todo de la noche a la mañana… no les interesan. Les interesa la tierra, y volvemos al principio que es también el final. La conquista de la tierra a toda costa es el gran mal que nos acecha, y no hacemos nada para remediarle de una vez por todas. El mayor interés de los poderosos es que no se cuente, pero es imposible con tanta destrucción, muertes y terror a las puertas de las casas. Tierra, guerra, planeta, muertes, escuelas, niños, Israel, Palestina, Estados Unidos, Rusia, China, la UE, Franja de Gaza, Oriente Medio… Todos estos nombres se resumen en algo llamado conciencia.¡Pesará!