Aquellos que se sienten superiores a lo simple son unos idiotas. Me repelen esos que para explicar algo simple le dan mil vueltas al asunto, no dicen nada, con el sólo intento de contar una milonga para mentir. Los que no tragamos con las mentiras tontas somos los nuevos simples. Cuando eres creativo, pero te alejas de lo simple, jamás llegas a escribir una obra fantástica o plasmas en un lienzo la mejor visión sobre una determinada cuestión de la vida. Es lo mismo que cuando le achacan a un político que tiene que salir más a la calle y conocer el precio del pan y el litro de gasolina. La diferencia entre los simples es la educación.
Alguien que quiere estar siempre por encima de otro se salta a la torera la simpleza que debería tener toda relación sana. Quienes ponen por delante del estado natural de las cosas sus creencias e intereses, alteran vidas, relaciones y futuros. No encuentro excusa alguna a describir como simples los conflictos bélicos, desempleos y pobrezas variadas, a la vez que se educa en que es genial alcanzar el poder, riqueza y que todo sale mejor desde las sinergias (la unión está bien, pero no manipulada contantemente).
Sin los simples, la vida es una porquería. Como los antiguos vagones de tercera, tiene que haber de todo y saber aceptarlo, pero no sin discutirlo y combatirlo cuando sea injusto. El cretino jamás acepta lo evidente. El terco se mira constantemente en el mismo espejo. Porfiar por porfiar se convierte en una especie de práctica universal, ya que cada vez suceden las mismas cosas, repetidas un millón de veces con titulares diferentes e imágenes sobre lo mismo que se han vuelto a grabar. Reivindico lo simple cuando quiere ser aplastado por cualquier tipo de genialidad perversa y pervertida. Si alguien es listo de verdad, no se puede apartar de lo llano, lo sincero o de aquello que es entendible a las luces de la gran mayoría. Darle la vuelta a algo que es negro para pretender que se vea blanco, ya no tiene puñetera gracia. Nunca la tuvo, pero en una vida son tantas cosas las que se aguantan… Cuando alguien simple se llena de valor y manda a la mierda a un engreído, surge una especie nueva de héroe social. Cada vez que en la historia surgen importantes cambios o aparecen hombres y mujeres decisivos, tiene mucho que ver el desprecio previo hacia padecimientos personales que fueron abandonados a su suerte. ¡Pobre de aquellos que desprecien todo lo simple en lo que cree un simple!