Un día en la vida de España tiene protagonistas que deambulan en blanco y negro y otros que ven en color su entorno. Crecen los millonarios con la crisis, pero no para llegar a los cinco millones de parados, con un futuro más negro que el carbón. El informe Pisa que pone nota a la forma de estudiar en España se ha sacado a colación con un “muy deficiente”, pero lo cierto es que nunca se han preparado tanto y tan bien nuestros jóvenes estudiantes, de tal manera que cuando acaban de estudiar (más un máster y dos idiomas), les mandamos a tomar por el saco para que se busquen la vida y el trabajo en otros países, desde Alaska a Australia. Creo que al sistema le interesa que se vayan para que transfieran dinero a la cartilla de ahorros que puedan dejar en su país, con mucho cuidadin, no la vayan a hacer nuevamente los bancos y cajas de ahorros con el dinero ajeno que no es suyo, pero se lo han apropiado como las Preferentes. Los jubilados están cabreados porque les han robado los ahorros de toda su vida, en pleito están y con sofocos constantes, unido a que la pensión de los próximos años va a ser un misterio como el de la Santísima Trinidad.
En la pirámide de las preocupaciones de los españoles, su vida diaria, está arriba del todo la corrupción, seguida del paro y a continuación los políticos, lo que hacen o dejan de hacer. A quienes miran a la cara a los problemas, pisando calle, les preocupa y mucho la cesta de la compra. España no puede ser más cara. De las clases altas, medias y bajas, hemos pasado sin saber cómo a ricos, pobres y los que no llegan a final de mes pese a tener ingresos por trabajo. Los sueldos bajan pero todo lo demás no. Sigues pagando religiosamente la misma cantidad por hipoteca, la misma cifra por la letra del coche, porque nadie te había preparado para ganar menos y que te subieran la luz, el agua, las basuras y los gastos en todo lo demás. Se nota mucho porque ni dios compra con regularidad. Que se lo pregunten si no digo verdad a los comercios y firmas de toda la vida que han echado el cierre de no poder aguantar más. España crece, dicen; España se recupera y mejora, añaden. Es algo que ni loco me atrevo a suscribir porque, dentro de este país, yo también soy marciano.