Nos quieren influir de tan mala manera, que hay días ya terminados donde me da la sensación de que vivimos en un escenario de ¡sálvese quien pueda! Los cenizos que ya lo eran, se están poniendo las botas en esta época. Les oyes hablar, y parece que el mundo, tal y como lo conocemos, está a un paso de extinguirse, y te malmeten con eso a nada que les das pie. Para ellos, el batacazo electoral de Obama, es otra señal de la hecatombe que se cierne sobre nuestras cabezas. El optimismo, la esperanza o la superación del bache no cuentan. Con toda razón, algunos no comulgan de habitual con la sonrisa porque están jodidos de verdad. Los que viviendo bien, alientan y jalean que todo se va a la mierda, son unos miserables. Siempre se ha dicho que cada cual es dueño de sus pensamientos y sentimientos. De ahí, a jugar y enredar con los ajenos0s, pasándolo gente mal como lo está pasando, es una canallada de crueles sinvergüenzas, siempre prestos para pisotear los sentimientos de los demás.