

Hartos del culto al yo
La Unión Europea, por citar un ejemplo echado a perder, fue el mejor invento contra el individualismo y personalismo de regímenes y dictadores que nos llevaron al desastre. Las formas actuales de gobernar y gestionar hibernan los problemas y trasladan a un segundo plano lo que realmente desea el ciudadano respecto a su futuro. Prevalece más el culto al yo, del que estamos hartos, porque provoca no pocas fricciones entre naciones y dentro de las propias naciones, como España. Los