¡¡Asesinos!!, ¡¡cobardes!!
El asesinato es la mayor de las intolerancias. Nadie debería vivir con una soga al cuello, como lo hacen miles de españolas, víctimas de la violencia de género. Caer en la confrontación política sobre si es mucha o poca la ley y las ayudas para las mujeres, es un flaco favor que nos hacemos todos. Debemos negarnos a la normalidad, a que crezca la lista de asesinadas, saliendo a las calles siempre que sea preciso, para exigir un país de