Comentario en Punto Radio. «Protagonistas Cantabria»
¿Puede salir adelante un país sin unidad política? Sí. Ahora bien, ¿puede salir adelante un país sin unidad económica, máxime cuando está en una crisis muy profunda? Al final, seguramente el resultado, vamos a expresarlo así, no será tan malo, pero el camino de la desunión va a ser un mar de obstáculos para todos, que no hace más que ahondar en el pesimismo y la diferencia de opiniones en dos, como casi todo en España. Ahora es el agrio debate de la subida del IVA que unos no ven y otros sí. Las diferencias son patentes, incluso para una parte ruidosa del empresariado que ha manifestado claramente que de esta manera creen que van a la ruina. Ni todo es oro lo que reluce, ni todo negro infierno. Hace tiempo que hemos perdido el lenguaje del consenso, que inexcusablemente lleva al dialogo de las partes hasta que se llega a una posición común. Está sucediendo lo mismo en Europa, con el caso de Grecia. Alemania, mejor dicho algunos en Alemania, han llegado a decir que Grecia lo que tiene que hacer para salir de la crisis es vender alguna de las 6.000 pequeñas islas que conforman su hermoso y turístico territorio. ¡Una barbaridad! Europa se creo como unión para lo bueno y para lo malo. Luego, el lenguaje oficial de Bruselas ya sabemos que es más técnico, más rebuscado, hasta llegar a que no lo entienda nadie y bajemos el nivel de confianza en lo que es hoy la Unión Europea, que no es otra cosa que una unión de intereses para que algunos vendan más a otros. Siempre me ha parecido buena esta idea, pero desde posiciones lógicas y constructivas, para todos.
Los mensajes que no cesan de llegar desde Bruselas sobre España, hay momentos en que no me parecen bien. Se está contribuyendo al desconcierto, al pesimismo, y a dar la misma sensación que se produce en España de que cada uno va por su lado en la solución a la crisis, que no es otra, al menos para mí, que la solución urgente al paro. Cómo ven los parados tanto mensaje, ese es ya otro cantar. Por un instante, sólo tenemos que ponernos en la difícil piel de quien no tiene trabajo. Seguro que la respuesta que como él nos viene primero a la boca es que, como solución a su problema, solo hay palabras, tan sólo palabras.