Las dos españas

Lo de las dos españas se acuñó tras la Guerra Civil. Ha mortificado a generaciones y generaciones posteriores, a la mía, por supuesto, pero al hablar de duplicidad no me refiero precisamente a las consecuencias de luchar entre hermanos. Las dos españas, que voy a clasificar desde ya como la moderna y la casposa, se aprecian especialmente en la televisión, y el tratamiento que tienen de los acontecimientos.
Si fuera por el tratamiento, a lo mejor me conformaba. Pero es que se tiran semanas, meses y años con los mismos temas tontos, que no van a ninguna parte, que no dan de comer, y que son los que consiguen que cada vez que se rueda una película yanqui en suelo español, lo que aparece luego en la pantalla se parece más a un país pobre de Iberoamérica que a la realidad. Que si el Cachuli, que si la Pantoja, ahora en la cárcel, que si la familia criticona de Miguel Bosé, y ahora la muerte de la Duquesa de Alba a cuyo duelo no me voy a referir por respeto, pero quien me lee de asiduo creo yo que puede tener una conclusión muy clara de lo que puedo pensar sobre tanto boato funerario en la calle y dentro de catedrales y palacios.
Hacemos mucho daño a los jóvenes que son los que a fin de cuentas van a tirar de este país en los próximos años. Menos mal que pasan de nosotros como nosotros pasamos de ellos, por no ser capaces siquiera de darles un primer empleo y no digamos un sueldo digo y porvenir. Con mi generación, los partidos políticos fueron implacables. Cada nuevas elecciones, salía a colación la Guerra Civil y sus culpables. Con “Podemos” en escena, no les quepa duda de que el año que viene será el mismo cantar. La España cañí, la España casposa, se resisten porque todos los días hay por televisión protagonistas famosos y seguidos que pertenecen a estas españas. Dónde queda la España del empleo, que da trabajo a sus licenciados y que evita que se marchen de aquí a otros lugares del resto de Europa o del Mundo, parece no importar porque eso no genera votos. Mientras se anteponga el fútbol, el folclore y los amores de los toreros sobre lo demás, poquito se puede hacer por todos vosotros, muchachos. Todo lo que sucede en estos días, y la televisión superpone a los demás problemas, es una nueva edición del “España es como es”. ¡Vamos dados!
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