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El dinero, en el bolsillo

Me importan un pimiento los bancos y su publicidad, acelerada ahora, para que los sufridos ahorradores les vuelvan a confiar la custodia de sus euros. Tampoco soy tan tonto, porque si te quieres comprar un piso o un coche decente, tienes que sentarte a su mesa para tratar sobre las condiciones del crédito. La lenta salida de la crisis se empieza a notar en este detalle de nuevos mensajes bancarios y lo majos que son, tanto…, que parece que lo regalan. El dinero en el bolsillo no quiere decir por lo tanto que lo debamos guardar lo poco que tenemos en efectivo en este hueco del pantalón. Significa que los ciudadanos, las familias especialmente, han de poder estabilizar su más que maltrecha economía, y eso sólo se hace con la posibilidad de que tengan dinero para gastar y un poco para ahorrar. Durante los periodos más graves de la crisis se repitió hasta la saciedad que aquí se había vivido por encima de nuestras posibilidades. Prontamente se vio que era una frase más bien construida para los de arriba, financieros, constructores y otros ejecutivos variados, pero no para los de abajo. Los sueldos son ahora pírricos, y a nada que te pases de las cuatro cosas que puedes hacer con ellos al mes, no lo acabas. España ha sufrido un encarecimiento muy grande de todo lo que consumimos, y eso se nota a la hora de tener en la cartera sólo billetes de 50, 20, diez y cinco. De hay para arriba, ya es cuestión de no vivir crisis alguna.

Ni ahora ni nunca, me voy a olvidar de los parados, de los jóvenes o de los dos millones de españoles que han tenido que irse fuera. Las primeras oportunidades han de ser para ellos. Se anuncia ya como una posibilidad, pero hay también que pisar el acelerador para rebajar la cuantía de los impuestos que existentes. Este es un mes de inicio de pago del impuesto de bienes inmuebles y de impuestos de circulación. Poco más adelante, llegará la declaración de la renta. Todo es pagar y pagar. Los que dicen que en España todavía hay margen para aumentar la presión fiscal se lo tienen que hacer mirar. Creo que hay unanimidad en que la auténtica recuperación, la de la calle, sólo llega por el empleo, por un reajuste entre lo que se gana y lo que se paga, y por dejar en el bolsillo de los contribuyentes una mayor cantidad de dinero para que se pueda decir (de una vez por todas) que el consumo está a pleno rendimiento. Si andas con el bolsillo vacío, a pocos sitios puedes ir y menos gastar.

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