

¿A qué tanto odio general y futbolero?
Ahora los países, como Argentina y España, se prestan los campos de fútbol, ante la imposibilidad, por odio entre aficiones, de celebrar las finales donde corresponde. Yo mismo, en este artículo, voy a exponer hechos, causas y nombres, que alientan a los odiadores. Contra ellos cabrían muchas acciones, ya lo creo. Pero a los intereses políticos, económicos y sociales nunca les ha seducido exterminar este comportamiento inherente a la humanidad como es odiar. El odio ha recobrado su protagonismo en