

La exagerada seguridad de la que se presume
La inseguridad ciudadana que se vive en Barcelona es el mejor ejemplo de que la protección requiere siempre no bajar la guardia. Para ello es imprescindible tener criterios comunes sobre los delitos que se cometen y las penas consiguientes. Y esto, aquí, no ocurre. Por razones de economía y especialmente por captar astutamente mayor turismo cada año, España siempre ha exagerado la eficacia de su seguridad, sobre lo que realmente pasa en las calles, con los carteristas o xenófobos