Si Estados Unidos retrocede en derechos entre ciudadanos blancos y negros, el resto del mundo ya puede asistir preocupado a lo que, realmente, toca vivir en este siglo. Antes del Covid-19, coincidente con los disturbios raciales por la violenta muerte del ciudadano afroamericano George Floyd, las alertas habían avisado suficientemente sobre el aumento del racismo. Pero determinada política, representada por nombres muy concretos (el principal hace sus proclamas por Twitter), se basa en tensar la cuerda de la convivencia, hasta
La imagen de mascarillas y guantes usados y tirados por los suelos resulta ya cotidiana. Tan sucio comportamiento encuentra muchos nombres, cerdos, marranos, cochinos… Ningún cambio podemos esperar de los mequetrefes de turno, que no han recibido la debida instrucción en casa para saber vivir en comunidad. Lo verdaderamente importante es insistir a las generaciones educadas en el respeto al medio ambiente, sobre que nada nos desvíe de reclamar respeto sagrado al planeta para que cese su permanente destrucción. Antes
El Covid mandó a casa a millones de estudiantes españoles, sin Plan B, para que el curso escolar resultara igual de útil mediante la educación online (quien la haya tenido). El sistema educativo es una cosa, porque marca la agenda oficial y pone los medios, y el profesorado otra. Este último ha demostrado que la vocación mueve montañas. Sería bueno escuchar a los educadores, ya que hasta que la enseñanza presencial no mejore atendiendo sus recomendaciones, la formación digital será
Pese a todo el ruido que genera la confrontación, la reconstrucción de un país requiere de la participación de todos, sin levantarse de la mesa hasta alcanzar los acuerdos necesarios. Quienes importan ahora son las empresas, los trabajadores, los autónomos y las personas en riesgo de pobreza. El diálogo, el acuerdo y el compromiso forman parte de este reconstruirnos, dirigiendo los esfuerzos a resolver los problemas de quienes realmente importan. Como esas elecciones que tienen segunda vuelta antes de elegir
En paralelo, el Covid ha generado otro virus que se resume en aumento de pobreza social. Se representa especialmente mediante la pérdida de empleos y negocios. También en la falta de respuestas urgentes, caso de los miles de trabajadores que hay en espera de percibir prestaciones por los ERTE. Para estar preparados, sería deseable explicar cristalinamente a los españoles la economía en forma de precipicio que viene. Creo que es en Bachillerato cuando nuestros estudiantes han de aprenderse la lección
La de hoy es la segunda entrega de un primer artículo titulado “Acertar en comunicación en tiempos de pandemia”. Me queda pensar una reflexión final, en la que trataré de resumir la comunicación llevada a cabo por el Gobierno de España con el Covid-19. Sin olvidar nunca el endiablado escenario para informar desde los gabinetes de prensa oficiales y los propios medios, en esta segunda parte abordo el papel, absolutamente fundamental, que tienen en la crisis el heroico y titánico
Harto difícil se hace encontrar similares discursos en primeros ministros sobre la gestión del coronavirus. Europa es el ejemplo más lamentable, y eso que los países se denominan socios. Antes y después del virus, el mundo ya desprendía más desunión que otra cosa. Aún se aprecia hoy en momento tan grave para la humanidad, como para no decir las cosas claras, reconocer errores y pedir perdón si es necesario. La crisis económica que se inicio en el 2008 me acercó
Con el recuerdo y respeto lo primero a los fallecidos, voy a comentar que las ayudas que la UE destinará a subsanar los destrozos que el coronavirus ha hecho en la economía de países como España, generan muchas dudas. Los acuerdos citan rescates, créditos y préstamos, todo un muro que se levantado frente al desarrollo. En cambio, se pierde una oportunidad única de crear un sistema europeo de salud, que prevenga futuras pandemias y consecuencias irreversibles. En la amenaza tan
La forma en que el Gobierno informa sobre el coronavirus crea controversia. Vale aquello atribuido a Francis Bacon de que la información es poder, y que a la vez sirva para mantenerse en el mismo. Pero es que la relevancia de la noticia son los miles de muertos, cuyos familiares piden explicaciones y respuestas. Centrarte más en lo sanitario y solidario, entrando así en los telediarios, da sensación de desinformación. Los portavoces de la comunicación deberían medir ya el hastío