España no hace otra cosa últimamente que ponerle deberes a la Unión Europea, a través de denuncias que se interponen en sus instituciones, de conflictos que no son solucionados donde debieran, aquí. Este es el caso del problema okupa, que lleva a diferentes interpretaciones. Se dice por una parte que hay que darle solución jurídica, y de otra se aprecia condescendencia, aunque los españoles ya lo ven como todo un problema social. Y no es para menos. A diario se
Hay nuevos conceptos surgidos dentro de la producción agrícola y ganadera como sostenibilidad y “medioambientalismo”, que chocan con otros clásicos como rentabilidad y futuro o abandono de las explotaciones. En Europa, el campo se ha levantado. Como quiera que las ciudades, a bien poco le dan importancia, y tampoco alteran los tractores ocupando sus calles, el problema irá a más. No puede haber mejor escenario de prueba, y a la vuelta de la esquina, que las elecciones europeas. Veremos lo
Parece que empezamos a salir del estado de shock en el que nos dejó el Covid, y que ha sido aprovechado especialmente por Gobiernos y multinacionales para implantar, sin consultar antes a los ciudadanos, nuevos modelos económicos, como resulta de todo lo relacionado con la era digital y ahora la Inteligencia Artificial. No hace falta que nadie nos lo diga, que no lo hacen, porque ya lo padecemos: son modelos excluyentes y que discriminan (mayores). Algo empieza a moverse para
Un nuevo año y los denominados pacientes de enfermedades raras vuelven a reclamar lo que es justo: atención, inversión e investigación, hasta alcanzar la cura deseada. Hay cosas que nunca cambian en España, como que se cierre el país cada vez que nieva intensamente. ELA, Distrofia de Duchenne, cáncer infantil, Alzheimer… La lista y el número de enfermos es lo suficientemente grande como para invertir de raíz el escaso interés que hay para generar esperanza en muchos de estos pacientes
Periódico Nuestro Cantábrico. Cantabria.
Más de uno recordará que todavía hay guerra en Ucrania, porque, lo que es los medios de comunicación, la han arrinconado. Lo de seguir e informar de la actualidad parece supeditado a los intereses coyunturales de potencias y grupos financieros muy concretos, como los relacionados con el armamento. Deplorable. Dicen que ahora prima lo que sucede en Gaza. Los muertos y refugiados ucranianos son ya pasado. Deplorable también. Mientras se habla, poquito, de paz aquí y allá, lo que no
En España contamos con una Ley de Atención al Cliente, que dice que los usuarios tenemos derecho a elegir que, cuando llamamos a una compañía, no recibamos atención robótica, y sea una persona de carne y hueso quien nos escuche. La premisa uno, no se cumple. Otra cuestión clave de esta norma protectora de los consumidores es su pretensión de ahorrar tiempo y dinero a los clientes de banca, seguros, energéticas u operadoras de telefonía. La premisa dos, tampoco se