

Tanto suplantar identidades genera desconfianza hacia Internet
Son dos realidades que la ciberdelincuencia (o si lo prefieren estafarnos por Internet) crece sin parar, al igual que la gran mayoría de ciudadanos no sabemos cómo actuar cuando recibimos un mensaje de estos que pide nuestros datos o directamente los números de la cuenta corriente. Vivimos una invasión de intentos de estafa, vía correo electrónico y móvil. Los perjudicados se cuentan por miles. Mientras, no se aprecia que los organismos competentes, suplantados igualmente en su identidad, tomen las medidas