PROTOCOLOS E IMAGEN
Jesús Pindado
No soy muy detallista pero cuando me pongo, como otros, sin contar pormenores voy cayendo en cosas. Algunas me facilita para que examine el texto de las 638 páginas del manual de Miguel del Río. ¿Vas a publicar lo que te he enviado?, donde propone técnicas para informar en los medios y comunicar bien en cierta abarcadora pretensión multitemática para todas las fuentes, medios y receptores. Incluso diversos incrustados glosarios tipo www.Dircom.es. Alerta está por lo menos una vez –un poco abajo- en la “convivencia” de portadas (pág. 263). No estoy encargado del marketing, pero las nuevas furgonetas lucen bastante por la calle.
Será el tema porque hay mucha obsesión de imagen por doquier. Mi amigo José Ángel San Martín salía para Madrid a hablar de esto y me he permitido comentarle que todo tiene mucho de liturgia, gestualidad, y maniobra formalista. Psicología gestual que decía Marañón. El jefe de protocolo de Lucas en Castilla León, que había sido fraile (no me acuerdo su nombre) se tomaba esto muy a pecho cuando íbamos a sentarnos en Washington y no le casaban completamente competencias y equivalencias. Todo esto está cambiando mucho. Puede verlo por la sencillez y relativa informalidad (incluso de vestuario) del genial Garr Reynolds: http://ecodiario.eleconomista.es/blogs/el-mundo-bits/2008/12/04/esclavos-del-powerpoint/. Soy de textos escritos y pies de todos pero la enseñanza y adaptación, sin pasarme, y mi fugaz estrellado televisivo me han ido metiendo en todo eso sin exagerar. Comprendo que la kinésica, la proxémica y publicar publicitadores tiene mérito. Valdría la pena poner las fuentes con las fuentes, las distintas clases de intermediarios que se acortan con www.Youtube.com y ordenadamente los variados periodismos ciudadano y digitales. No digamos weblogs, etc. Del Río meritoriamente lista agencias, medios y tecnología, habla asimismo de colocación de personas y micrófonos, concitación y organización de eventos, etc. Tiene el gusto de dedicarle su obra “a quienes ya no están entre nosotros”. No deja de interesar a mi curiosidad, sin embargo, oposición entre que “hay algo que decir” (pág. 309) vs “hacer que parezca importante” (pág. 32). Protocolo, acciones comunicativas y relaciones institucionales o dircoms empresariales dan para mucho distinto. Mérito del autor que ya tiene varios. Las menos formales y más graciosas referencias me parecen Modesto Chato con batuta, no digamos antiprotocolaria portada presidencial revillista aupando –mientras mira a cámara- a Óscar Freire. Único.