Les voy a decir algo: una cosa es sentir más o menos los símbolos nacionales, como la bandea o el himno, y otra bien distinta que te cuelguen de un mástil la enseña que no es o interpreten como himno de tu país uno del siglo pasado. El orden debe ser el orden, y mucho más en una competición que se llama internacional porque lleva como título mundial de bádminton. Es como si yo digo ahora que este campeonato se celebro en Yakarta, y añado que Yacarta es la capital de Taiwán, cuando en realidad lo es de Indonesia. Por más que se trate (una vez más) de disculpar, el fallo es morrocotudo y a un deportista y a su país no se le puede hacer este tipo de cosas, de manera reiterada, sin que tenga de una vez por todas consecuencias a posteriori.
¿Saben por qué
solemos decir que España es diferente? Pues porque es diferente, sin más explicación. Es impensable que a un deportista norteamericano, inglés, francés o alemán le entreguen una medalla en el podio de ganadores, mientras suena un himno equivocado de su país. Entonces: ¿por qué viene ocurriendo esto con España y en diferentes mundiales deportivos celebrados? En la búsqueda de las causas cabe contar con la incompetencia de nuestra diplomacia y también con la mala fe de los países organizadores de mundiales, que una vez tras otra nos ofenden cayendo en el mismo error de hacer sonar el himno que se utilizaba en España durante otras épocas de nuestra historia. No se puede pedir que cambien en el exterior determinadas opiniones sobre España, que nos encasillan, cuando de partida aún te pueden colocar en el mundial la bandera franquista o el hacer sonar para la campeona la Marcha Real, que es más de 1928 que de 2015.
Hacen mal quienes quieren minimizar estos hechos, que se reiteran una y otra vez, una y otra vez…, porque de esta manera no se puede pedir el hacer país, cerrar filas, sentir los símbolos, o compararnos con los norteamericanos y su bandera. Aquí, el 12 de octubre, se llama de tantas maneras que ya no me atrevo a decirles lo que realmente se festeja como Día Nacional. Del ejemplo tan malo y distorsionado a los chavales, mejor ni les hablo. Eso sí, ¡por favor y ante todo!, enhorabuena a Carolina Marín, campeona del mundo de bádminton, pese al himno mal interpretado, una vez más.
Foto: Beyoncé cantando el himno de Estados Unidos en la toma de posesión de su presidente, Barak Obama.