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Mireia

En los tiempos que corren, no me puedo sentir más orgulloso de nuestros deportistas, y de aquellas luchadoras natas que están ocupando el número uno en el podio de aquellas especialidades que permanentemente han estado ocupadas por las grandes potencias de la competición. La nadadora Mireia Belmonte es la prueba del tesón, del trabajo, de la sencillez y de la superación. Mireia es ese aire fresco que te reconforta,¡ que falta nos hace!, siempre con malas noticias a cuestas. Ella gana medallas de oro, de plata y de bronce, y es el caso destacarlo aunque no sólo por el hecho de la gesta que se produce en la natación mundial. Un país necesita de ejemplos, de buenos ejemplos. Lo más grande que acumula el deportista durante su vida competitiva es el respeto y la admiración de los demás. Sus trofeos los posan en baldas y las medallas cuelgan de las paredes. Hasta aquí, entras en el medallero del deporte nacional o universal, que no es poco. Pero no es comparable al reconocimiento que no dejarás ya de sentir, incluso en una sociedad como la nuestra, tan envidiosa, tan portera, y tan olvidadiza en otros muchos campos, casos y supuestos.

La democracia trajo a España la libertad, y también la recuperación de la cultura y, en especial, el deporte. El deporte español funciona porque hay una base, los polideportivos a la vuelta de la esquina, tan ausente en la cultura donde no tenemos, por ejemplo, un pintor vivo considerado entre los más grande del mundo. Si la cultura y el deporte llega a los jóvenes, lo siguiente es alcanzar gestas. En todo caso, hay que poner las cosas en su sitio. Hay tres idioteces que se han hecho máximas sin merecerlo. Que la mediocridad es buna, la primera. La segunda, que tenemos que ser intimos amigos de nuestros hijos. Y la tercera, que lo importante es participar en el juego. La preparación y la vida de un deportista, en el caso que destaco ahora de Mireia Belmonte, es ganar y ganar. Me siento tremendamente orgulloso y feliz de recalcar este nombre, Mireia, en algo que escribo. ¡¡Mireia, Mireia, Mireia Belmonte!!

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