Los cambios que se prometen en un momento dado en cada país, es cierto que tienen más que ver con la economía y el desarrollo, pero, a continuación, se enarbola la bandera de la cultura, la educación y el deporte para todos. Revoluciones que hoy están caducas han dejado a su paso grandes mejoras en todo lo relacionado con la cultura. Sin importar la extensión del país o sus recursos naturales, la cultura que sale adelante es aquella que va en el propio sentir patriótico de una nación. Rusia tiene a sus músicos, Cuba a sus bailarines, Estados Unidos a sus cantantes y Hollywood, y Suecia el recuerdo de ABBA.
Cuando las cosas económicas van mal, y se suman también las culturales, el pesimismo se agranda. Las famosas orquestas, las excelentes bailarinas, los cantantes que llenan polideportivos, el teatro en la calle, un cine que camela y se siente camelado, las artes en general, en cualquiera de sus formas, son la expresión más auténtica de un país democrático y avanzado, además, por supuesto, de que la ley sea igual para todos y se cumpla. La gran diferencia estriba, sí, en el dinero, pero por dinero no se pueden privar a nadie de llegar a tocar a la perfección un instrumento musical y darle una oportunidad el día de mañana de demostrarlo y ganarse la vida con el violín, la trompeta, el piano o el saxofón. Tengo serias dudas de que esto no esté pasando hoy en España, al haber pasado del todo a la nada sin pararse en una zona intermedia pero que suponga apoyar sin fisuras la cultura.
Es rotundamente cierto que no hay que tocar la cultura, y costearla a los máximos niveles por más que conlleve gastar recursos. El dinero de todos está para reinvertirlo en aquello que nos genera más satisfacciones. Lo son la música, el teatro, el cine, los jóvenes actores y deportistas. Hagan lo que hagan para crear nuestros chavales, dese que montan su primera banda en el garaje de casa, hay que protegerlo e impulsarlo. Aquí se hace, pero no creo que de manea correcta si faltan apoyos, becas y planes de los que salgan dignísimos representantes de la cultura española.
Cuando hablamos de la cultura catalana, la vasca o la andaluza, no es porque sí. Ya sé que para muchos se llega a despilfarrar recursos públicos en conceptos que no debieran de tener financiación alguna. Puede que sí, pero creo también que son ejemplos contados, dentro de un apoyo decidido a muchas escuelas, grupos culturales, deportivos, proyectos concretos y demás, que forman parte de la amplia cultura, que triunfa a la postre, de un país. Lo que la crisis ha hecho y hace con la cultura, no es de recibo, ya que hay cuestiones que están por encima de hacer caja o sacar dinero de ella. La cultura, sin ir más lejos, rotundamente, la cultura.