De un vez por todas, el resto tenemos que condicionar a israelies y palestinos para que sellen la paz. Jamás se puede hablar de avance en nada de nada, cuando se vive en un estado permanente de guerra, como ocurre hace tantos años que ni recuerdo en Oriente Medio. Si un conflicto dura tanto tiempo, es que interesa a alguien que nunca se extinga la llama del odio. Las pistolas se desenfundan en un instante, mientras que las buenas palabras eternizan la paz. Todos los años llueve, hay sol y también se hace una guerra. Una vez me comentó un viejo soldado que cada vez que el armamento envejece, hay que sacarlo a pasear para disparar y bombardear al enemigo que te convenga en ese determinado momento. Está realmente bien conmemorar en estos tiempos lo que pasó en las dos grandes guerras mundiales, aunque me temo que no sirva para nada. Cada país tiene su ejército y sus planes concretos de guerra, no vaya a ser que tengan en un momento dado un “Día D”. Me asquea tanta hipocresía con la guerra, con la paz, y con la compra y venta de armas. Aquellos que más hablan de diálogo, son los que más misiles venden a Israel o a Palestina. Los americanos apoyan a los judíos, los rusos a los palestinos, los ingleses descolonizaron mal en su día, y los chinos quieren ser escuchados también cuando cae una bomba a un lado u otro de la frontera de los territorios enfrentados.

Este reparto de poder geográfico sobre la zona en guerra no tiene en cuenta la muerte de niños, el secuestro de jóvenes luego asesinados, el bombardeo de casas con sus habitantes dentro, o inmolarse en un centro comercial a hora punta para que los muertos se cuenten por cientos.!Basta ya de que corra la sangre! ¡Basta ya de costosas cumbres internacionales que nunca consiguen la paz! Israel y Palestina tienen que ver los dientes al lobo, para hacer caso de una puñetera vez y enterrar el hacha de guerra. ¿Qué mundo puede ser este cuando hay pueblos que llevan más de la mitad de un siglo en guerra? El conflicto de Oriente Medio ha colmado toda paciencia, y me atrevo incluso a pedir que si ellos no saben velar por su propia seguridad, será Naciones Unidas la que tenga que asentarse en la zona para tomar parte directa en esta locura interminable. No puede haber paz para todos, mientras diariamente llegan noticias trágicas que incrementan las listas de muertos, alimentadas por un odio ancestral que ha de acabar ya.