Se propaga sobre todo aquí, en Internet, eso de los 10 consejos para ser feliz, o para acabar con una depresión, ligar más, tener un físico como el de Tarzan y Jane o ganar dinero, y ya acabo porque la lista es de grande como el Teide y el Moncayo juntos. ¡Patrañas y más patrañas! Nadie regala nada y encima la suerte anda por en medio. Uno no es más tonto ni más listo por tener cosas en lo personal o material que otros no poseen. Es así de cierto que un multimillonario anhela la eterna juventud para no tener que morir nunca. Pero en el paso final nos vemos todos. Lo que haces a lo largo de la vida, te pasa factura en la vejez. Y aquí también nos volvemos a ver todos las caras de manera igualitaria. Que la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, es también un decir, porque esto depende de la manera de ser concreta de cada persona. Los hay que no se conforman, aunque se puede intentar buscarla por este camino de valorar lo sencillo. Si la felicidad se basara en las tres cuestiones más repetidas, salud, dinero y amor, resultaría que vivir es una gran incongruencia.
Ni la salud es justa, ni mucho menos el dinero, y tampoco puedo salvar de la quema al amor, tan variable, tan desconocido en ocasiones, porque se muestra cuando menos anhelas y se ausenta cuando más quieres amar y ser amado. Mucha de la felicidad esta para mí gusto en los pensamientos. La cabeza manda en mucho de lo que somos y hacemos, y tener buen rollo en la azotea, eso sí que es un paso gigantesco de cara a quererte en primer lugar, y luego ofrecer lo mejor de ti a los demás. Quiero decir que no hay cosa mejor que un cuerpo sano y fornido, pero si resulta que al tiempo la cabeza de ese cuerpo es
más simple que el mecanismo de un chupete, no se va hacia ninguna parte. Debemos conformarnos con lo que tenemos y mejorarlo con un comportamiento ameno, feliz y luchador. No son tres consejos, como esos diez que nos dan para todas las cosas. Son mis apuestas, porque da igual que estés mejor o peor, si a fin de cuentas previamente has decidido ser luchador, ameno y feliz.