San Martín, primero por la derecha.
DEL RÍO, 4 DE FEBERO
Por J. A. San Martín
Nos quedan 30 horas juntos. Estamos en la Era de la Comunicación 3.0. Y este Gabinete alojado en eaula 31 da la bienvenida a un número 1 de la comunicación en Cantabria. Por una hora y media hacemos historia convertidos en Comunicación 3.1.
Presentar también es representar. Sin que ello implique hacer teatro. Miguel Del Río repite hoy función de tarde ante la muchachada inquieta de 4º de BAM. Y repite a petición del público, sabiendo que el único secreto de Miguel es su permanente búsqueda de los secretos de la Comunicación Institucional y Empresarial.
Cuando dos recipientes enlazados se llenan de líquido al mismo nivel, enunciamos el principio de los vasos comunicantes. Cuando dos de Baracaldo hablan por teléfono el principio pasa a llamarse el de los vascos comunicantes. Del Río sabe discernir muy bien las perdidas de las llamadas que son una pérdida de tiempo. Y nunca lo pierde, ni siquiera lo empata. Hoy mismo ganará… por supuesto 3-1.
Lo dijo Chesterton el siglo pasado, sin conocer a Del Río: EL QUE SABE HACER ALGO LO HACE, Y EL QUE NO…LO ENSEÑA. Miguel es la excepción que confirma la regla porque hace su trabajo y encima sabe enseñarlo.
Cuando ocupaba estos pupitres, Del Río levantaba con frecuencia el dedo para preguntar. Y cuando ha llegado a las tarimas sigue levantando el dedo, ésta vez para enseñarnos la ruta mejor asfaltada, la mejor señalizada, la que no encuentra semáforos ni glorietas, el camino más recto de la Comunicación Institucional…
Pero no hemos de confundirnos: cuando nos señale las estrellas no nos quedemos, como el bobo o el ingenuo, mirando su dedo. Ni siquiera esos zapatos que han pisado miles de charcos antes de llegar a las estrellas.
Un gran publicista cántabro, Eulalio Ferrer, describió en uno de sus libros el tránsito que nos ha llevado de la lucha de clases a la lucha de frases. La lucha de frases es un combate apasionante a cuyo cuadrilátero podemos subir los 21 púgiles de este Aula 3.1 en cualquier momento.
Solo necesitaremos una buena pegada, una cierta capacidad de fajar y encajar y un juego de piernas equiparable al dialéctico que tiene nuestro profesor invitado.
Del Río ha escrito nueve libros libres. Con 53 años es fruto maduro, pero nunca se caerá por su propio peso del árbol de la comunicación. No se anda por las ramas, mueve a su antojo las hojas, elige cuando es otoño o primavera, le sobran envergadura y perímetro intelectual. Y siempre pone su tronco a disposición de los lectores desde el minuto 1.
Con Miguel los charcos nunca nos llevarán a la alcantarilla. El los convierte en ríos de ingenio que desembocan en el mar de la creatividad.
DEL RÍO FUNCION DE TARDE. APAGAD VUESTROS MÓVILES. EMPEZAMOS!!!!