¿Cómo se logra estar tranquilo y confiado en presencia de alguien que tiene Sida? Se trata de uno de los casos en la vida donde estar previamente informado (y de ahí se logra esta confianza) es clave. Existen muchos tabúes en torno a esta enfermedad en la que se ha avanzado pero con la que se sigue investigando. Un día al año, como sucede con casi todo, se celebra una jornada mundial del Sida. El resto, sino va con uno, ¡pasas! Las prevenciones de muchas enfermedades se deben contar desde la escuela, así siempre se hablará de ellas. Tradicionalmente somos demasiado pudorosos respecto a qué cuestiones. La corrupción tiene demasiada permisividad, y en cambio aún miramos por la calle como con extrañeza determinadas discapacidades. Con el cáncer, el Sida y las denominadas enfermedades raras lo hacemos aún de forma más notoria e indigna. Los enfermos lo notan, no habría ni que decirlo. Los portadores de Sida, aunque sean niños que se contagiaron en el vientre de su madre, padecen un vacío social que resulta injusto del todo. Abramos los oídos bien: no hay transmisión del Sida por darse la mano, abrazarse e incluso besarse. Y tampoco por compartir el gimnasio, una clase, una butaca de cine o la cola de Correos para echar una carta.
Si es así, ¿por qué entonces el rechazo que hay? En primer lugar, porque somos unos capullos insensibles. Y en segundo, porque en el propio DNI, además del número identificativo, debería añadirse una frase que dijera: “Sé comprensible con las enfermedades en general, porque te podría tocar a ti. El cáncer o el Sida no se contagian porque tan sólo hables con los demás”. En el caso del Sida, lo peor son las relaciones sexuales sin usar preservativo, y compartir jeringuillas que hayan estado en contacto con sangre infectada. Dicho lo cual, quedan muchísimas cosas en el día a día de la vida que estos enfermos pueden llevar a cabo sin problema alguno, esperando que los demás aceptemos con normalidad y confianza su difícil situación personal. A fin de cuentas, no somos nadie para decidir quién es más persona que otra.