Las obras en Cantabria que dependen del Estado tardan a veces una eternidad. ¡Ya no sé el tiempo que llevamos con La Remonta a cuestas! No veo culpa alguna aquí, pero los ministerios que son competentes en este asunto, desde que ensillan hasta que montan, ¡ya está bien! Lo más importante de este interesantísimo proyecto para Santander es la construcción de 1.300 viviendas sociales. No es poca la cantidad de pisos, y de esta forma muchos ciudadanos – que no tendrían otra posibilidad de acceder a un piso digno – ,tienen en La Remonta su oportunidad. Este terreno es magnífico. Cambiará sustancialmente esta salida viaria de la capital, bastante dificultosa en determinados tramos y cruces, y va a traer dotaciones de todo tipo que hacen bastante falta en barrios colindantes. Estoy hablando de zonas de ocio, de jardines, de un centro sanitario, de dotaciones culturales y municipales que al mismo tiempo den vida al lugar, porque no todo van a ser casas.

 No me atrevo a decir cuando La Remonta será una realidad definitiva. Lo que es el plan parcial se acaba de presentar y resulta muy guapo. Pero el tiempo transcurrido ha sido larguísimo y, en adelante, sigue corriendo en contra de las muchas personas que tienen aspiraciones de vivir aquí. Hay que darle en Madrid todo el impulso necesario, para que se concluyan de una vez por todas las decisiones, aprobaciones, licencias, proyectos, o lo que sea con respecto a este plan. La Remonta es otra gran oportunidad, muy apropiada para mi gusto, de crecimiento ordenado de Santander. Aunque si le pongo años desde la primera vez que oí hablar de ello, me pierdo en diez o más que llevamos con el asunto. Que las administraciones, en este caso la central, sean ágiles, depende en gran medida que la opinión de la gente cambie sustancialmente sobre las actuaciones públicas y la de sus representante.