Los bloques de países creados en este mundo, sólo saben vivir de dos maneras: ¡al ataque! o al ¡ojo avizor! No les digo lo de hablar más y entenderse mejor, porque es perder el tiempo. Tiempos creados para hacer una guerra tras otra, que elimine armas de los arsenales, y se puedan comprar más poco tiempo después, para mayor riqueza personal de los de siempre. Para eso, para guerrear y estar armados, siempre va a haber dinero. La crisis es para que la sufran los tontos, no los misiles “Tomahawk”. Yo fui uno de aquellos ingenuos que picó con la Guerra de Irak y, a lo que se ve y agradezco, siempre hay tiempo para arrepentirse y para reconocerlo. Cito expresamente a Irak, porque se vuelve a repetir el ritual con Siria, cuyo dictador siempre les interesó. Algo más poderoso que unos sirios atacados por armas químicas tiene que suceder y estar detrás, para que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia enseñen los dientes y quieran atacar ya. A sus todopoderosos dirigentes que han ganado unas elecciones en las que se escudan permanentemente, ni quieren oír de la lección no aprendida tras Irak o Afganistán. Nos llevan a otra guerra cuyas consecuencias, como las anteriores, desconocemos. Pero vienen bien para la economía de estos países, porque el dinero se mueve.
No puedo decir otra cosa cuando el sin sentido impera en congresos parlamentarios que levantan la mano para decir sí a una guerra, a otra guerra más. Siempre, ¡al ataque! Las tropas aliadas se retiran de un país, pero pronto sale otro en el que aposentarlas con previa entrada con desembarcos, tiros, tanques, bombas, drones, y el último artilugio militar que hay que aprovechar para poner a prueba. La guerra civil que tiene lugar en Siria es tan aborrecible como su dictador. Utilizar armas químicas para ajustar cuentas con su población civil, no tengo mucho más que añadir. Así llevan años, y ahora, precisamente ahora, el país número uno del mundo quiere mover ficha y fijar bandera en Siria. ¿Para qué?, ¿por qué?, ¿se quedarán?, ¿destruirán para luego reconstruir el país las empresas que ellos digan? Me gustaría pensar que todo es por el pueblo masacrado y mutilado, que es el que realmente tendría que interesar. Esta semana que se cumple el 50 aniversario de aquella frase maravillosa de Martín Luter King: “I´have a dream” (“He tenido un sueño”). El mío no puede ser más escalofriante…, si pienso en Siria.