En España se llama ahora colectivo a cualquier grupo social, incluso a la juventud como si nuestros chavales fueran números. Se pasa de ellos como se esquiva a un pedigüeño por la calle, hasta que llegue el momento de pedirles el voto. No sé yo cómo se derrumbará este muro que hoy se ha levantado en torno a ellos, a la hora de decirles que no tienen futuro, de prevenirles que no busquen trabajo aquí, y de invitarles a hacer la maleta para irse fuera en busca de las oportunidades que no le ofrece su país. Nadie les pregunta, porque pocos creen en ellos, esta es la aplastante verdad. Más que una pena, es una vergüenza total tratar así a los cachorros españoles mejor preparados de todos los tiempos, que no han sido preguntados sobre lo que pasa, porque previamente ya se les ha dado ya la patada.
Llegarán las elecciones y puede que pasen de todo, o no quieran perder la memoria hacia una política, en general, que no les comprende. No pasa sólo en España porque este virus tan tóxico tiene nacionalidad europea, llena de incompetencia por una troika que sólo ve dinero, recortes y más poder para los de siempre, inmersos como están en corrupciones. Incluso los padres se quedan estupefactos de las previsiones que señalan con el dedo de la mala educación a sus hijos. Lo han dado todo por ellos, y tampoco quieren hacerse a la idea que pasarán la vejez juntos, sin tener certeza de quién se encargará de quién. Todo esto es una estafa, una patraña, y un escenario lleno de mierdas y palabrería barata, que no tiene en cuenta a los que tienen que tirar de España el día de mañana. Tratarles hoy así es una gran insensatez, una venganza cruel, que tiene su origen en el poder económico que quiere pagar las diez horas de trabajo diarias a 600 netos al mes, sin importarles que seas ingeniero o hables correctamente cinco idiomas. Tomar nota es lo que hay que hacer. Los jóvenes, a prepararse bien, sin hacer puñetero caso. Sus mayores directos, a apoyarles y ayudarles, y el poder, a esperar que la Meteo, la agencia esta del tiempo climático, se equivoque sobre el mal verano climatológico que puede venir, y la luz que salga alumbre de paso a tanto incompetente suelto.