Search
Close this search box.

ALTAMIRA SÓLO HAY UNA

Publicado el 7 de noviembre de 2009 en el Diario Montañés

Cada rincón del mundo cree tener un lugar mágico de gran valor histórico o natural. José Luis Borges escribió en cierta ocasión que cualquier lugar es otro lugar: “no hay un aljibe, un patio, un abrevadero; un pesebre; son catorce (son infinitos) los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes”. Borges no conocía Altamira. A otros muchos les pasa lo mismo en la actualidad. No conocen el lugar mágico que fue descubierto en Cantabria, pero que con razón es reconocido mundialmente como la Capilla Sixtina del Arte Rupestre.  Sabido es que la cueva original está cerrada a cal y canto desde que hace años se decidiera su cierre para preservarla mejor de los daños que había sufrido por las visitas masivas de público, especialmente en los años del despegue del turismo en España.  Se levantó un museo para albergar una réplica, que a nada que se sacará el debate a la calle iba a crear división de opiniones, pero para gustos se hicieron los colores. A mi, por ejemplo, todo lo que rodea hoy en día a Altamira y su pérdida de influencia en beneficio de Atapuerca (Burgos) me crea contrariedad. Querer y creer en lo tuyo me impulsa a pensar que el futuro de Altamira estaría mucho mejor regido en el entorno de la Comunidad Autónoma de Cantabria. Altamira es un patrimonio de toda la humanidad, pero está en suelo cántabro y sigue siendo un valuarte imprescindible para nuestro turismo que, en cambio, no funcional como tal.

Atapuerca suena más que Altamira y tanto ruido lo ha montado en pocos años. Más nos costó a nosotros demostrar que tan importante hallazgo era real y verdadero, para que el mundo entero lo acogiera como un gran descubrimiento. Altamira es una maravilla, pero no por ello hay que dejar de publicitarla y presentarla en cada cita internacional del turismo, la prehistoria o los nuevos hallazgos. Un trabajo así se hace mejor desde casa, que esperando a que lo haga el Estado que ostenta las competencias de Altamira. Porque para un Ministerio de Cultura hay muchos pesebres, abrevaderos, patios y aljibes. Y también se equivocan, porque como Altamira no hay nada igual en todo el mundo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *