Cada vez nos sentimos más aislados. Se llama soledad. Nos la creamos, pero también nos la generan. No importar a nadie es seguramente la peor sensación con la que alguien puede vivir. Y hay muchas personas inmersas en la soledad más absoluta. No solo la cantidad va en aumento, es que se ha doblado, y más tras el covid. En la sociedad actual el protagonismo lo tienen las tecnologías, el móvil, las redes. Hablar, conversar, preguntar a otros cómo están,