

La cultura que vale hace banquillo
Cuando hablamos del bienestar, percibo una brecha generacional respecto a la trascendencia que ha de tener la cultura en nuestras vidas. La irrupción de tecnologías y su aplicación al ocio, no debiera ser excusa para que los jóvenes no sean participes de la oferta cultural de las instalaciones públicas. En tiempos tan cambiantes, las programaciones culturales basadas en la cantidad deben mutar a una calidad persuasora. Es lo que marca la diferencia y mejor engancha a la cultura. Al menos