Trump está ya con lo de mi origen étnico
En democracia, decirle a unas congresistas que vuelvan a sus países de origen, es un acto racista además de totalitario. La afrenta, por supuesto, es de Donald Trump. Y la respuesta debe venir de no permitirlo, ni tampoco acostumbrarse a estos ataques racistas, que en Estados Unidos se están convirtiendo ya en habituales a políticos y periodistas. Muchos norteamericanos estarán contentos con Trump y su política de atropello a todo y a todos, pero Estados Unidos lleva camino de perder