

Coger el tren de la vida
Conviene no jugar con las frases hechas para decir que nos va a ir bien. La realidad es tozuda y se vive día a día. Por ejemplo: cuando tiramos del deseo de un tren imaginario con destino al futuro, no debemos olvidar que en sus vagones van jóvenes que quieren un mejor país, más dialogante, con más oportunidades y menos paro, y de paso más justo con las facturas de lo básico, que muchos no pueden pagar porque suerte tienen