

Las personas educamos mejor que las máquinas
Los dedos, y no la cabeza, ordenan en los iconos que aparecen en las pantallas de las tabletas y ordenadores, cuya presencia se cuestiona ahora en las aulas porque no parece que enseñen tanto como se presumía. Vuelve a ser la pregunta del millón: ¿la máquina o mejor el factor humano? Especialmente con los móviles, nuestros jóvenes están casi descerebrados del todo como para responder a semejante galimatías. Para bien o para mal, los mayores educamos (o no), consentimos (o