El libro de la vida
Nadie puede negar la mayor: no hay nada más cercano que unos padres, o unos hijos, o unos hermanos, o unos nietos, o unos sobrinos, o unos primos… Tengo que hacer hincapié en ello, porque últimamente vivo con casos a mi alrededor donde amigos que estimo mucho viven pendientes de un hilo, en correspondencia con sus padres, agotados ya por la larga edad o cautivos del alzheimer. El discurso de la vida tiene una casa para cada caso. La gran