Aislados por como somos
Tarde o temprano, en España salimos de todo, pero somos improvisadores natos. Los aeropuertos que cierran a cal y canto por pistas heladas, y los pueblos aislados cinco días por la nieve hasta que son devueltos a la civilización, son los exponentes que se repiten cada invierno. Nadie lo cuenta mejor que un camionero que acostumbra a circular sin parar por la gélida Alemania, Suiza o El Tirol, y en su propio país le paran hasta nueva orden, le dejan