

Por un mísero sueldo
Es tremendo que alguien llegue a encontrar trabajo y que seguidamente se ponga a llorar por lo que cobra al mes. Esto de los nuevos pobres, con empleo que no llegan jamás a final de mes, no es un chiste aunque lo cuente el mismísimo Chiquito de la Calzada. Bruselas, donde se reciben las órdenes que llegan de Washington, acaba de dar un toque de atención a nuestro gobierno por esta cuestión. Tienes gracia que los que hace dos años