Desprecio al racismo
Últimamente se escenifica el racismo en su mayor virulencia estética en las gradas de los estadios, hacia los deportistas que tienen el color de la piel diferente a quien le insulta. Me muestro partidario de ser absolutamente exigente, riguroso y duro con estos casos, porque si las muestras de discriminación se permiten en lugares habituales donde acude público, lo que se manifieste después en el colegio o en la calle puede ser aún mucho más grave e imposible de coger