La causa justa de contradecir al poder
Las dictaduras y falsas democracias regidas por generales y presidenciables eternos, tienen el enemigo más temido en las declaraciones que contradicen sus corruptas decisiones. Con la crisis, los ciudadanos somos más tocapelotas, léase paro, los lunes al sol de los jóvenes, lo que cuesta la luz y el gas o todo, todito, todo, más caro. O lo de Kiev: un aviso de la nueva guerra fría nacida por el gran abismo que separa la riqueza de la necesidad. Unos gobiernos caen