Search
Close this search box.

LA EXAGERACIÓN COMO ROSTRO DE LA VERGÜENZA

Habría que remontarse a los mandamases griegos o romanos para concluir quién fue el primer exagerado de nuestra historia, que por supuesto cambió la realidad por lo que le pedía su imaginación o deseo interesado. El primer mentiroso oficial que recuerde ahora me parece que fue Richard Nixon. El caso Watergate le apartó de la poltrona presidencial norteamericana, a la que se había pegado como una lapa, pero sus mentiras demostradas por dos periodistas lo dejaron k.o. y fuera de

Leer más »