SOMOS UNOS GALLOS
De puerta para fuera, somos unos gallos. Los más majos del mundo mundial. Los más guays, y nada tiene secretos para nuestra intachable conducta cívica y democrática, y, ¡por dios!, mucho menos rozar jamás el sexismo, ser machistas o racistas. Ya en el sofá de casita (nuestro coto privado) pienso y digo lo que me da la gana, porque queda de puerta para adentro. Hay dos cosillas que me han llamado la atención de lo que ha sucedido esta semana