LA ADMINISTRACIÓN TIENE QUE DECIR HOLA Y ADIÓS.
En cierta ocasión escribí que unas oposiciones no garantizan por sí mismas la educación y correcta atención siempre que hay que responder a un ciudadano que se acerca a una ventanilla o a una institución para solucionar algún asunto puntual. También es de cosecha propia el consejo editado de que los funcionarios extremen su amabilidad y consideración, mediante respuestas adecuadas y suficientes, un lenguaje comprensible y esperas cortas cuando se habla por teléfono. Todo esto lo relaté en diciembre del