¡POR FAVOR, QUIERO COMER!
Hemos estado tan instalados en la normalidad (que es lo que debe ofrecer prioritariamente un Estado a sus ciudadanos), que parece que no queremos enterarnos de que el hambre ha regresado a España, porque hay tres millones de compatriotas que sólo les cabe ya encontrar diariamente un plato de comida caliente que llevarse a la boca. Nunca me ha gustado esta expresión estúpida de la “exclusión social”. Estamos cogiendo tal manía de enredarlo todo, para que no se entienda nada,