REBELIÓN MACHISTA
Publicado el 24 de abril de 2011 en el Diario Montañés
La negación de la violencia de género se abre paso en sectores de opinión, usando como altavoz los medios de comunicación. Paradójicamente, el avance de las leyes de igualdad ha fortalecido el discurso de los hombres como víctimas. Ya lo avisa el ‘Protocolo de actuación periodística y publicitaria sobre igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y tratamiento informativo’, de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de Cantabria: «los medios de comunicación deben evitar ser correa de transmisión de opiniones de la población menos informada que achaca la explicación del crimen a falsos mitos como alcohol, las drogas o una discusión; el crimen pasional no existe ni justifica la actuación criminal».
La discriminación no debería tener raseros según se trate de un medio informativo u otro. Veamos esta noticia: «Un millón y medio de mujeres empleadas y ex empleadas de una cadena norteamericana de supermercados presenta una demanda colectiva por discriminación laboral». Es así, y no es admisible justificarla desde la versión de la empresa para no ascender como mujer por razón de físico, maquillaje o peinado. Esto pasa hoy, en pleno siglo XXI, y nosotros estamos en el camino de la igualdad, pero con el terrible añadido de la violencia de género que se cobra en España 70 vidas de mujeres al año.
Todo esto pasa además cuando acaban de cumplirse cien años de la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. ¿Casualidad?, no lo creo. Nos veíamos muy felices con el rápido cambio de actitudes, pensando que hay igualdad real, incluso con manifestaciones acerca de que no es necesario demandarlo con leyes concretas que sean vigilantes para que esta igualdad entre sexos sea verdadera. Debemos de tener todas las precauciones ante la rebelión machista.
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